martes, 7 de octubre de 2014

No hay que mirar, che Nobel

Un tal Wert. 
Me permito piratear un par de ¿post se dice? ¡Qué moderno! En fin, digo, dos entradas del blog de la Patrulla de Salvación, liderada por la Sargento Margaret. Para los amigos desprevenidos aclaro que nadie –lo repito, nadie- sabe quién es la St Margaret. Circulan mil leyendas que la colocan, por ejemplo, viviendo en Estambul y ocultando con su travestismo onomástico a un curtido editor español. Si es por mí, con su nombre de guerra me basta. Me gusta su filo y, aún en esta metáfora de la cultura española que pone en juego, me parece inteligente. Su humor demuestra la inteligencia. A veces, para no pegarse un tiro en el paladar, hay que conservar el humor, como lo hace con esta “Operación Premio Nobel de Literatura” en manos del gobierno de burros insignes que encabeza Mariano Rajoy, presidente del gobierno español, ya que como bien se dice; el rey -¿Felipe, no?- reina pero no gobierna. Ya… ahí está, y no digo más para no herir susceptibilidades. 
Hasta hoy, dos notas, sobre la “Operación Premio Nobel de Literatura”. Pirateo un cachito de la primera:
- Queremos que nos consigas el Premio Nobel de Literatura.
- ¿Cómo? Perdón, ¿te he entendido bien?
El trozo de croissant parisino que el ministro movía con la lengua para que, dentro de su boca, se empapara de café con leche antes de engullirlo se le atragantó y a punto estuvo de echarlo fuera. A duras penas pudo mantener los labios cerrados, pero aún así un hilillo marrón claro le salió por la comisura y corrió por su barbilla recién afeitada.

Resumen del segundo capítulo:
El ministro de cultura español, un tal Wert, puesto a conspirador, busca un escritor en Canarias, al tiempo que alguien le recuerda que lo agarraron mirándole el culo a la actual reina de España, cuando todavía era princesa y no resultaba ofensivo mirarle el culo. Este hombre no aprende, porque está aquella historia de cuando unos tejedores hicieron llegar a los perros falderos de Mariana de Neoburg, próxima reina de España por la cama de Felipe IV, unos guantes y unas medias. A eso contestó el mayordomo de aquel Felipe: “La reina de España no tiene piernas”, pues consideraba el regalo como un indecencia. O sea, remenber, che ministro, que la reina de España no tiene culo. (Nota del Editor: en ninguno de los sentidos más habituales)
En fin, ahí va completo del segundo capítulo de la Operación Premio Nobel de Literatura, por la St Margaret.




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