Un tal Wert.
Me permito
piratear un par de ¿post se dice? ¡Qué moderno! En fin, digo, dos entradas del
blog de la Patrulla
de Salvación, liderada por la Sargento Margaret. Para los amigos desprevenidos
aclaro que nadie –lo repito, nadie- sabe quién es la
St Margaret. Circulan mil leyendas que la
colocan, por ejemplo, viviendo en Estambul y ocultando con su travestismo
onomástico a un curtido editor español. Si es por mí, con su nombre de guerra
me basta. Me gusta su filo y, aún en esta metáfora de la cultura española que
pone en juego, me parece inteligente. Su humor demuestra la inteligencia. A
veces, para no pegarse un tiro en el paladar, hay que conservar el humor, como
lo hace con esta “Operación Premio Nobel de Literatura” en manos del gobierno
de burros insignes que encabeza Mariano Rajoy, presidente del gobierno español,
ya que como bien se dice; el rey -¿Felipe, no?- reina pero no gobierna. Ya… ahí
está, y no digo más para no herir susceptibilidades. Hasta hoy, dos notas, sobre la “Operación Premio Nobel de Literatura”. Pirateo un cachito de la primera:
- Queremos que nos consigas el Premio Nobel de
Literatura.
- ¿Cómo? Perdón, ¿te he entendido bien?
El trozo de croissant parisino que el ministro movía
con la lengua para que, dentro de su boca, se empapara de café con leche antes
de engullirlo se le atragantó y a punto estuvo de echarlo fuera. A duras penas
pudo mantener los labios cerrados, pero aún así un hilillo marrón claro le
salió por la comisura y corrió por su barbilla recién afeitada.
Completa: http://patrulladesalvacion.com/2014/10/04/operacion-premio-nobel-de-literatura-2014-1o-capitulo/
El ministro
de cultura español, un tal Wert, puesto a conspirador, busca un escritor en
Canarias, al tiempo que alguien le recuerda que lo agarraron mirándole el culo a
la actual reina de España, cuando todavía era princesa y no resultaba ofensivo
mirarle el culo. Este hombre no aprende, porque está aquella historia de cuando unos tejedores
hicieron llegar a los perros falderos de Mariana de Neoburg, próxima reina de España
por la cama de Felipe IV, unos guantes y unas medias. A eso contestó el
mayordomo de aquel Felipe: “La reina de España no tiene piernas”, pues
consideraba el regalo como un indecencia. O sea, remenber, che ministro, que la
reina de España no tiene culo. (Nota del Editor: en ninguno de los sentidos más
habituales)
En fin, ahí
va completo del segundo capítulo de la Operación Premio
Nobel de Literatura, por la St Margaret.
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